Hoy os voy a enseñar cómo elaborar pasta de sal, una alternativa sencilla y casera a la plastilina, la cerámica o el fimo y que nos servirá para hacer decoraciones de forma original y económica. Como es algo tan sencillo y seguro, es una actividad ideal para realizar con niños. Una vez elaborada, se puede dejar secar al aire u hornear a 100º - 120º durante 2 horas.
Pasta de sal
Necesitamos:
1 parte de Agua
1 parte de Sal fina
2 partes de Harina
Elaboración.
En un recipiente mezclamos 2 partes de harina y 1 de sal con un cuchara. Añadimos el agua poco a poco para que se vaya incorporando ayudando con movimientos circulares y envolventes para que quede una masa homogénea.
Si queremos hacer pasta de sal de colores, se puede añadir colorante alimenticio al agua y así la pasta tendrá el color deseado. También se puede pintar la pasta con témperas o acrílicos, incluso algunos tipos de rotuladores, una vez endurecida la masa.
Cuando la mezcla se despegue de las paredes del recipiente con facilidad, y haya adquirido una consistencia de pasta, ya está hecha. Para empezar a trabajar con esta pasta, la cogemos y la moldeamos sobre una superficie lisa, que previamente debemos espolvorear de harina evitando así que se nos pegue. Amasamos la mezcla hasta que esté suave y elástica.
Envolvemos la masa con un film transparente y dejamos reposar durante unos 30-45 minutos. Una vez pasado este tiempo, ya podemos comenzar a trabajar con ella.
Si la pasta empieza a secarse mientras la estás trabajando, se puede añadir un poco más de agua para humedecer la pasta evitando que se agriete.
Si dejamos secar al aire, dejar en un lugar seco y fresco durante unas 24 horas (dependiendo del grosor de la figura). Si no, podemos hornear las figuras durante unas 2 horas a 100º-120º (el tiempo de cocción puede variar también en función del grosor de las figuras).
No es conveniente guardar la pasta ya que tiende a secarse y estropearse, así que recomiendo hacer la cantidad que vayamos a utilizar. Si nos sobra mucha, podemos envolverla en film transparente o meterla en un recipiente hermético en la nevera. Cuando queramos trabajar de nuevo con ella, si se ha secado mucho, humedecer un poco la pasta y amasar hasta conseguir la consistencia original.
Pasado el tiempo, retira la masa de la bolsa de plástico y ya tendrás tu pasta de sal lista para ser moldeada, troceada y recortada para la manualidad que quieras. Recuerda que una vez terminada la figura debes hornearla para que endurezca y puedas pintarla.
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